lunes, 2 de mayo de 2016

Severn Across 400 (Español)

[Mail al Pakefte, como es una crónica la copio aquí]

Pues nada, que ayer me hice mi 400 de esta temporada. El Severn Across, uno que me había dejado pendiente el año pasado.

La verdad es que no empecé muy bien. Sobre el km 30 rodaba a la cola de un grupo a ritmo decente cuando me descolgué para parar a mear y cuando reanudé la marcha me dio un bajón considerable.

De repente todos los pensamientos que me venían a la cabeza eran negativos. Que si hacía mucho frío (el garmin dice que 0C), que si llevaba una semana sin montar en bici, que si la báscula me decía que había engordado 2.5kg en una semana (¿es eso posible?), que si había estado viajando, que si había dormido poco, que si hacía viento de cara. Parecía que todas las disculpas posibles e inventadas se me pasasen por el cerebro. No me reconocía. De hecho pensé en retirarme; y me gustaría poder decir que no me retiré porque soy un tipo con fuerza de voluntad, pero lo cierto es que iba ya por el kilómetro 45 y no tenía ni idea de cómo volver al punto de partida.

Una vez mentalizado de que tenía que hacerme la ruta completa me lo tomé con bastante calma. Tal es así que cuando llegué al primer control (km75) Gavin, Omar y Sarah, los otros tres Kingston Wheelers que hacía la ruta, estaban a punto de ponerse en marcha preguntándose que habría sido de mi.

Aproveché para hacer una parada rápida (sellar la brevet, visita al servicio y en marcha) para poder unirme a ellos. A partir de ese punto formamos el tren de los Kingston Wheers.

Al final acabamos rodando prácticamente juntos toda la ruta. Y mira que es difícil que cuadren los ritmos de rodar/parar en un grupo de cuatro ciclistas que no han rodado juntos tantas veces, pero una vez más se produjo uno de estos pequeños milagros.

Y pedaleando en grupo poco a poco me empecé a sentir bien. La temperatura subió, el viento amainó y, desde luego, disfrutaba de la compañía. Tal es así que para cuando llegué a Yat Rock, una subidita de unos 2km con rampas de hasta el 24% justo en el km 190, me encontré bien de piernas y decidí subirla a tope. La pena es que un mini atasco de coches me obligó a poner el pie a tierra y ahí se esfumaron mis posibilidades de marcar un record personal en esa subida.

En el último control (km314) se nos unió Aidan, pasamos a ser un tren de cinco vagones. En ese punto teníamos que decidir entre dos opciones de ruta. O ir por las carreteras B (locales) en un recorrido sube y baja o ir por la A4 (una nacional) en un recorrido más llano y de la misma distancia. Como eran ya las 21:00 nos decidimos por la A4 con la esperanza de que no hubiese mucho tráfico.

La pena es que esa alternativa yo no la tenía cargada en mi GPS y lo mismo le pasaba a Gavin y a Sarah. Estábamos en las manos de Omar y Aidan que fueron los que se pusieron en cabeza y empezaron a darse relevos. Por detrás de ellos Gavin, luego Sarah y cerraba yo el grupo.

Un par de veces me moví hacia la cabeza con la intención de dar algún relevo pero entre que yo no conocía la ruta y que no llegué a entender el criterio que Omar y Aidan seguían en sus relevos decidí volver a retirarme a la cola del pelotón y disfrutar del paseo prácticamente sin esfuerzo.

Llegamos a la 1 de la madrugada. Justamente 19 horas después de haber salido. Al igual que me pasó en el 300 de la semana pasada el 400 más rápido de los que he rodado en grupo aunque más lento que cualquiera de los que he rodado en solitario.

En dos semanas el 600. El Bryan Chapman, el brevet más bonito de los que conozco. Ya hay ganillas.


La ruta en Strava

A cuidarse
Javier Arias González

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