Nada más bajarme del coche empecé a reconocer gente con la que había rodado. También un par de Wheelers, Gavin y Sarah. Buena sorpresa. Gavin iba a rodar con su hermano y su sobrino en plan "full value" (apurando los tiempos de cierre de los controles) y Sara iba a rodar con su amingo (no me quedé con su nombre). Rodar en plan "full value" me parecía demasiado lento por lo que decidí que rodaría con Sarah y su amigo.
El problema fue que un minuto antes de empezar, cuando todos estábamos esperando que nos diesen la señal de salida un ciclista me advirtió que había perdido un tornillo de mi portabultos. Me costó un tanto solucionar el problema y cuando me puse en marcha hacia un rato que todos se habían ido. Decidí darme cera y ver si era capaz de alcanzar a Sarah y su amigo.
Rodé la primera hora bastante fuerte (252w NP, IF 0.87), adelanté a un montón de ciclistas, pero sin señales de Sarah y su amigo. En el km 47 llegué al primer control y allí estaban. Me hice con un ticket para demostrar mi paso por ese pueblo y como ellos se ponían en marcha no me entretuve más y me uní a ellos.
El problema es que yo necesitaba una parada fisiologíca por lo que cuando salimos del pueblo y encontré un sitio adecuado me paré. Cuando acabé volví a la bicicleta y venga a ritmo para tratar de alcanzarlos.
Resultó que no rodaban tan despacio, me costó más de lo que yo esperaba cogerlos. Para cuando llegué a su altura se les había unido un tercer ciclista, un Dulwich Paragon. Y justo un minuto después de haberlos alcanzado va y se me rompe el guardabarros trasero. Me paro, lo arreglo y venga otra vez a poner ritmo de caza en busca del trio que me precedía.
No los alcancé hasta el km 75. Al principio me quedé a la cola del grupo recuperando el aliento y luego pase un par de veces a dar relevos al frente. En el km 100 llegamos al segundo control. Mitad de ruta.
Mis tres acompañantes decidieron tomárselo con calma y sentarse a comer algo. Yo no quería parar tanto tiempo por lo que unos minutos depués ya estaba de vuelta en la bici.
Un ciclista que se ponía en marcha en ese mismo momento se unió a mi y al poco, sin mediar palabra entre nosotros, ya estábamos dándonos relevos y rodando a buen ritmo. A veces el ciclismo es mágico.
La pena es que no duró mucho. En uno de los relevos yo estaba delante y me di cuenta que hacía tiempo que el otro no pasaba a dar relevos. Miré hacia atrás y vi que no estaba ahí. Había desaparecido, ni idea de que le pasó.
Y en estas me encuentro sólo y sin un plan claro que seguir. Obviamente la situación duró solo unos segundos. En breve hice un par de cálculos y caí en la cuenta que acabar antes de las 15:30 era un buen objetivo. "Solo" tenía que mantener una media de 26km/h (incluyendo paradas), complicado porque ya estaba empezando a pagar los excesos de la primer mitad de la ruta, pero posible si era capaz de gestionarme correctamente.
Cuando ruedo sólo todo me resulta mucho más fácil si tengo un objetivo en mente. Todos mis pensamientos se centran en ese objetivo ¿estoy comiendo bien? ¿voy demasiado rápido/despacio? ¿es el viento de cara más fuerte? ¿debo ponerme en una postura más aerodinámica? Me olvido de todo, me concentro en lo que estoy haciendo y disfruto.
Los últimos 10km antes del tercer control (km 150) me costaron lo suyo (NP 190w, IF 0.65), acabar antes de las 15:30 seguía siendo posible pero tenía menos margen de maniobra.
En el control me encontré con un ciclista, charlé con él brevemente antes de que se pusiera en marcha. Yo decidí alargar un poco la parada (unos 10 minutos en total) para darme tiempo a comer y beber bien.
Los primeros 10k después del control se me siguieron haciendo duros (aunque viendo ahora el perfil veo que picaban para arriba), pero poco a poco me empecé a sentir mejor (aunque viendo ahora el perfil veo que los kms en ese momento picaban para abajo) y sin darme cuenta me encontré a 30km de acabar y pasando un montón de ciclistas otra vez.
He de mencionar que me sorprendió el adelantar a esos ciclistas. No tenían pinta de ser lo suficientemente rápidos para estar tan en la parte delantera de la ruta. También pasé al ciclista que me encontré en el tercer control. Mis piernas parecia que vivían una segunda juventud, parecía que si que iba a acabar antes de las 15:30 y me sentía genial sobre la bicicleta.
De repente atravesé un pueblo y lo reconocí. Esta carretera era la parte final del Flatlands 600 y parte de la parte final de la LEL2013. Una carretera en constante sube y baja que te impide coger ritmo y que te destroza las piernas.
Lo normal es acabar odiando este trozo de carretera, pero sorprendentemente yo lo disfruté. Ataqué cada subida en plato grande y lancé
Me sellaron la brevet a las 15:23 en el último control. Para mi sorpresa me dijeron que era el primero en acabar. Todos esos ciclistas que había adelantado y los que ya estaban en el control eran de la versión corta (100km) de la ruta. Me sorprendió bastante porque casi 8 horas para acabar un 200 mayormente llano (1000m) no es rodar tan rápido. En cualquier caso yo estaba encantado con como me había salido la ruta.
En el control final tenían de todo. Me tomé un sopa de vegetales, un sandwich de jamón y queso, un par de vasos de leche. Charlé con los ciclistas que por allí estaban. Sarah, su amigo y el ciclista de los Dulwitch llegaron y me quedé un poco más para intercambiar impresiones con ellos. Cuando me fui para casa llevaba una sonrisa en mi cara, había pasado un gran día.
A cuidarse
Javier Arias González
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