El evento era el domingo 25 de Marzo de 2012. Justo el día que se adelantaba el reloj.
¿Qué paso? Pues lo normal. Yo adelanto la hora del reloj al acostarme. Pongo el despertador para las 5:30 de la mañana. Llegan las 2:00 de la mañana y el teléfono que es un listo va y se adelanta automáticamente otra hora. ¿Consecuencia? Me doy cuenta cuando voy en el coche camino de la salida.
¡Ya me parecía a mi que estaba muy oscuro!
Llego a la salida una hora antes de lo previsto. Pero oye, problemas para quien los busque. Echo el asiento hacia atrás y ni corto ni perezoso me doy una cabezada de una hora que me sienta genial.
Resulta también que este iba a ser mi primer brevet en solitario.
Es lo que tiene que Pete, el protagonista de una de mis primeras salidas en bici por Inglaterra, se hubiese acostado tarde y decidiese que con tan pocas horas no podía hacer un 200.
SMS recibido.
Fichando en la salida me encuentro con Richard Evans, uno de los Kingston Wheelers que hizo la PBP 2011. Claro que él la hizo en menos de 70h y tiene como proyecto dar la vuelta en mundo en bicicleta en el año 2014. Harina de otro costal.
¿Y ahora que estoy sólo qué?
Pues nada, me pongo en marcha con la intención de rodar ágil y parar poco. Vamos lo que viene siendo un ensayo en plano de la Quebrantahuesos pero con la bicicleta en configuración brevetera.
Y muy bien no se me dio, la verdad. Antes del kilómetro tres ya me tuve que parar porque el guardabarro trasero rozaba en la rueda.
Y al poco me entraron ganas de mear.
Y al poco, km37, estaba el primer control.
Y luego, como hacía mucho frío, paré a cambiarme los guantes.
Y a los 25km otro control.
Y además de hacer frío amenazaba lluvia.
Y de repente veo que unos ciclistas, inconfundiblemente breveteros vienen en dirección contraria. Me paro consulto la hora de ruta, la posición del sol, la dirección del viento y el gps del móvil. Este último me confirma que no estoy perdido. Pues va a ser que son ellos los que están perdidos.
Sigo adelante, despacio, atento, pero sigo adelante.
Y llego a Sandwich. Mira tu que curioso.
Otro control. Este para averiguar que en un pub llamado Red Cow los niños y los perros (si van con correa) son bienvenidos en el jardín del pub.
Leo las instrucciones de la hoja de ruta y resulta que hay que volver por donde hemos venido. ¡Ahora entiendo yo lo de los ciclistas que venían en sentido contrario!
Esto de volver sobre los pasos de uno tiene un efecto curioso. De repente el viento sopla de culo.
Vamos a ver. No es mucho. Pero ayuda.
Recorro 50km que resultaron ser totalmente llanos con mucha rapidez. Incluso en algún momento llego a pensar que estoy hecho una máquina. ¡que ritmo! ¡que postura! ¡que elegancia! ¡profesional, muy profesional!
Si es que hasta empieza a calentar el sol entre las nube y nube.
El control es en la tienda/restaurante de una estación de tren. Hay que conseguir un ticket. Veo que Richard esta sentado a la mesa comiendo, pero yo no quiero parar tanto. Mejor compro algo y sigo camino.
Entro en la tienda. Me quito el casco y las gafas. Pido un plátano y un kinder bueno. Me quito los guantes. Pago. Salgo de la tienda y cuando llego a la bicicleta, fuera de la estación, veo que se me ha olvidado el plátano y el kinder bueno en la tienda. Vuelvo a por ellos. La dependienta se rie al verme entrar. No puedo decir que no se porque.
Me pongo en marcha.
Vaya, parece que el viento ya no sopla de culo.
Hemos cambiado de dirección y ahora sopla de cara. Pues va a ser que el viento sopla más fuerte de lo que yo pensaba. No es un huracán pero claramente se nota que supla en contra.
A los pocos kilómetros ni ritmo, ni postura, ni elegancia, ni profesionalidad. Con el corazón a 145ppm y la velocidad en 23km/h provoco más pena que admiración.
En estas que tomo un giro y al poco las indicaciones de la hoja de ruta dejan de tener sentido.
Paro, esta vez ni me fijo en la dirección del viento ni en la posición del sol, le pregunto directamente al GPS y efectivamente me he salido de la ruta.
En vez de dar la vuelta sigo por una carretera que descubro en el GPS hasta volver a la ruta. Un par de kilómetros de más que me sumo.
Paso otro control de información del kilómetro 148.3 ( el taller en el cruze se llama Triumph Laguna Ashford).
Llego a un cruze en forma de T. La instrucción de la hoja de ruta es que gire a la izquierda. Yo, demostrando que tengo personalidad, giro hacia la derecha, cuesta arriba.
Al poco me doy cuenta que la siguiente instrucción no tiene sentido. Me paro. Saco el móvil. Pregunto a los satélites americanos y, efectivamente, no voy por la ruta. Miro la hoja de ruta, miro el móvil y ya lo tengo claro. Lo que tengo que hacer es volver por mis pasos y tomar el siguiente giro a la izquierda.
Eso hago.
Rodando sobre la bici, vuelvo a comprobar en el móvil que voy bien. Y voy bien. Sólo unas decenas de metros más a sumar.
Al poco veo a dos ciclistas con pinta de breveteros que vienen en dirección contraria. Lo cierto es que no me parecen que sean de esta brevet, pero en cualquier caso tampoco me preocupa. En estas ya me he visto. Si son de esta brevet seguro que al poco yo mismo vengo en esa dirección.
Unos kilómetros más tarde el que aparece de frente es Richard. Le saludo. Me saluda.
Esto ya me suena un poco raro. Richard estaba por detrás de mi, le había dejado comiendo en el control de la estación de tren. ¿Cómo carajo aparece ahora por delante de mi?
Coño ya caigo. Me adelantó cuando me perdí. ¡Que máquina el tío!
Al poco la instrucción de la hoja de ruta deja de tener sentido.
Me paro. Pregunto al móvil pero si que estoy en la ruta. ¿Qué pasa aquí?
Casi me da vergüenza reconocerlo ahora, pero me tiré un par de minutos tratando de ver que es lo que pasaba. Hasta que caí en la cuenta.
Mierda, mierda y mierda.
¡ESTOY RODANDO EN SENTIDO CONTRARIO!
¿Pero como puedo estar tan empanado? ¡Que yo me tengo por un tio con muy buen sentido de la orientación!
Acabo de añadir unos 6km a la ruta.
No es el número de kilómetros lo que me enfada, es mi falta de atención, el relajo con el que me tomo la orientación. Rebotado conmigo mismo decido castigarme machacando los pedales. Pongo ritmo de samba.
A lo lejos aparece Richard, aprieto aún más para alcanzarle. Pero tampoco hace falta apretar mucho. Le alcanzo con facilidad. Me cuenta que le duele una rodilla y que se lo va a tomar con calma porque él ha ido desde su casa a la salida en bici y piensa volverse en bici, total que él hará 300km.
En esto que me pregunta si no nos habíamos cruzado antes. Le confieso que si. Le cuento lo que me ha pasado y se rie de mi con toda la razón del mundo. Que sea esa mi penitencia...
Llegamos al siguiente control (172km). Tenemos que conseguir un ticket en una gasolinera por lo que me compro un zumo y algo de comer que no recuerdo. No quiero parar mucho por lo que enseguida me pongo en marcha dejando a Richard con otros ciclistas charlando tranquilamente.
Me quedan 35km, si ruedo deprisa poco más de una hora. A ello me pongo.
Las piernas me pesan un poco, pero si mantengo una pedalada ágil consigo avanzar con rapidez.
Kilómetro 200. Estoy en Five Oak Green. Típico pueblo en lo alto de una colina.
Penúltima instrucción. Gira a la derecha. Empieza una bajada. Es una bajada rápida. ¿Consecuencia?
Pues que me paso el giro.
Me doy cuenta cuando se acaba la bajada.
Media vuelta y venga pa'rriba. Otro par de kilómetros de más que me hago.
Llego al control final, nos esperan con café, zumo, galletas y bizcochos. Me doy cuenta que Richard ya está sentado tranquilamente y charlando con otros ciclistas. Me pregunta si no había salido yo antes que él de la gasolinera. Le contesto con una evasiva para evitar confesarle que me he vuelto a perder pero creo que se da cuenta de lo que ha pasado. Me como un par de trozos de bizcocho para contentarme...
Los datos de la ruta:
- Kilómetros: 216,28 (10 más que la ruta oficial)
- Tiempo empleado: 9:05:50
- Velocidad media total: 23,77 km/h
- Tiempo rodando: 8:19:04
- Velocidad media rodando: 25,6 km/h
- Tiempo parado: 0:46:46
- Velocidad Máxima: 55,3 km/h
- Calorías consumidas: 5.245
- Pulsaciones medias: 126 ppm
- Pulsaciones máximas: 162 ppm
- Cadencia media: 87 rpm
- Cadencia máxima: 108 rpm
- Link a strava: app.strava.com/rides/5706891
Javier Arias González
3 comentarios:
Javier. Como siempre magnífica crónica. Es lo ideal para estar en casa con gripe.
Saludos
Vaya, ya lo siento que precisamente en esto días estes con gripe.
Espero que te mejores.
Un abrazo
Javier
Excelente crónica Javier! Una pena que por horarios/trenes no pudiera hacer el Man of Kent, pero está en mi calendario!
Publicar un comentario