¿Qué pasa "biciosos"?
Seré breve porque estoy liado ;-)
Hemos tenido un fin de semana fantástico para la práctica del ciclismo. Un muy buen clima, unas rutas preciosas, compañía de la mejor y sin un sólo contratiempo mecánico.... todo perfecto para empezar a preparar la llegada de los madrileños. Con los brazos abiertos se les espera....
El sábado, como es de rigor, a las 09:00 en el bar Naranco. Allí estaba mi tío Oscar. El Traper ya había advertido que el sábado no podía salir (eso tiene ser padre) y cuando no sale el Traper la ruta se hace un poco más dura. Si además se presenta Oscar "la cosa" empieza a pasar de castaño a oscuro..... Aparece Raúl y nos ponemos a comentar las alternativas para la ruta de hoy. En esto aparece Víctor. El que faltaba. Se prepara día duro y con batalla. Empiezo a pensar que me va a costar..... Nos ponemos en marcha y cuando llevamos 20 metros aparece un ciclista que se une al grupo. Resulta que es Juan, vecino de Jorge (el Furby) que se apunta. El caso es que "la cosa" es definitivamente oscura, porque Raúl dice "Prepárate Javier que este es una máquina". ¿Por que yo? ¿Por que prepararme? Nada bueno se escondía tras esas palabras. Pero la puntilla la puso Oscar al comentar: "Hostia, hoy me va a tocar sufrir". Yo, para que negarlo, me acojoné.
La ruta no puedo describirla. Bastará con que os diga que fue una típica salida guiada por Raúl por la zona de Muñó. Una salida típica guiada por Raúl por la zona X significa que damos vueltas sin separarnos más de 3 ó 4 km del punto X, en esas vueltas subimos todas las rampas sin excepción y después de 10 minutos sólo Raúl sabe donde estamos aunque, insisto, no estamos a más de 4 km del punto X. Una típica salida guiada por Raúl es esa en la que pillas un desvío a la derecha y después de unos kilómetros y una rampa considerable (lo que en el argot se llama un regalito) acabas en el punto donde habías pillado el desvió +/- 300 metros.
Lo que si os puedo describir con todo lujo de detalles es la cara de susto que me quedó al llegar la primera "rampa" y ver que desde atrás, de pie sobre la bicicleta y a toda leche nos pasaba "el nuevo". Cuando llegamos arriba nos explicó que había tenido que subir en plato mediano porque el pequeño no le entraba... Pues ya me quedo yo mucho más tranquilo.
En una de las rampas (ya no se cual, pero una que yo no conocía) empezamos a subir disparados. Yo pillo la rueda de Juan y Víctor la mía. A media cuesta me fijo en que Víctor se queda. Me alegro, es la primera vez que le dejo atrás, y el ánimo me da fuerzas, me siento bien. Seguimos subiendo y ya hemos abierto hueco con Víctor. Juan sigue tirando y yo sigo aguantando, no voy tan mal como creía. Ya veo el final de la cuesta y empiezo en pensar en cambiar para esprintar. Mejor lo dejo, acaba de pasarnos Víctor por la izquierda a toda leche y nos ha sacado lo menos treinta metros de ventaja. Que hábil, que fuerza, que estrategia. Una lección más a aprender...
En un momento dado, después de pasar una cuesta que un lugareño nos había advertido que estaba muy empinada (que razón tenía el buen hombre), comento: "Esa rampa era dura eh?". Raúl dice: "Tengo el altímetro en revisión, no te se decir..." Víctor dice: "Esa.... un 18%". Coño, pues lo que yo decía una rampa dura....
Bajando (de vez en cuando también bajamos) un tramo que estaba mojado Juan frenó con la rueda delantera para no salpicarse y acabó arrastrándose de pecho por todo el charco. No fue una caída muy sería, un par de rasguños, pero si lo suficiente como para que enterrásemos los hachas de guerra por hoy. La conclusión era clara, el nivel ciclista en Asturias ha subido un escalón. Sólo nos queda seguir mejorando.
Aun tuvimos tiempo para una demostración de lo que es una ruta guiada por Raúl. Al final del recorrido ya estábamos un poco cortos de agua y claro, "Raúl llevamos a una fuente". Cuando llevábamos quince minutos pedaleando Víctor ya comentaba: "Mejor nos hubiésemos ido a un chigre [un bar].." y es que claro, no hay fuente sin regalito.....
Bueno, pues nada, camino de casa, Víctor pregunta "Y lo del Angliru para cuando?". Me pongo a hacer cuentas y el Angliru, a no ser que lo hagamos el próximo fin de semana, se va, como poco, a primeros de Julio. Poco más se discutió el próximo domingo 29 al Angligu.....Andrés (el bocas) estaría en su salsa en este grupo de Asturianos locos.
Los números no nos dejan en muy buen lugar ciclista. 52.78 Km en 3:16:49 con una velocidad media de 16.08 km/h. Somos unos globeros.
El domingo salimos Raúl, Jorge, Víctor, el Traper y yo. La ruta preciosa. Nos guió Víctor, una ruta guiada por Víctor es una ruta en la que se va discutiendo de futbol, se rueda a ritmo de colega, pero una ruta que tiene al menos tres rampas superan el 18%. Así fue la de este domingo.
Yo la primera rampa ya la conocía. Tiene un repecho de más o menos un 20%. Es corto, pero obviamente se siente en las piernas. En la primera Jorge, Víctor y yo nos pusimos a prueba sin llegar a esprintarnos. Jorge la subió en plato mediano, Víctor y yo la subimos en plato pequeño. Cuando Raúl se enteró nos descalificó por "mariconada" y Jorge exigía que volviésemos a subir el repecho en penitencia. Si es que no perdonan una.....
Para cuando llegó la segunda rampa yo ya no sabía donde estaba. Jorge y Raul se quedaron a castigar al Traper y yo empecé a subir la rampa tranquilamente, ahora sentado, ahora de pie sobre la bici. Coño!!!! miro para atrás y tengo un hueco entre yo y Víctor. Como soy un tipo "listo" me digo: "tate chaval que este te la va a liar como ayer". El caso es que sigo subiendo pero con la jodida sensación de "no bajes el ritmo y aprovecha el hueco que ya tienes ganado pero no te quemes que te la va a liar". Casi me quedo bizco mirando para atrás para no perderme el momento de su salto. El caso es que ya alcanzo a ver el fin de la rampa. ¿qué hago? ¿sprint? ¿no sprint? como había hueco bastante decido "no sprint", llego a la parte llana y empiezo a pedalear relajando las piernas esperando a que Víctor se pusiera a mi altura. He de confesar que estaba satisfecho conmigo mismo... fuerte, inteligente y no muy castigado, que más se puede pedir...
Cuando Víctor llegó a mi altura me dice: "Ahora después de esa curva viene un repecho duro". "¿Cómo?" pienso yo a punto de ponerme a llorar. Mira, cuando doy la curva y veo lo que queda yo: "ME ACUERDO DE LA MADRE DE TODOS LOS INGENIEROS DE CAMINOS!!!!!" Claro está que lo único que pude hacer fue intentar seguir la rueda de Víctor y comentar la jugada una vez arriba. Que si a mi me parece más duro que el "me cago en Dios" (un 23%), que si yo creo que no, que si yo creo que si pero más corto, etc, etc.
Después de rodar por una pista forestal junto al río subiendo repechos con piedra suelta y bajando rampas de las de dar miedo llegamos a una encrucijada de caminos. ¿Que hacemos?. Pues la solución es fácil. "Vámonos a subir al Violeo".
El Violeo es una de las rampas que están esperando a los madrileños. Os pongo el perfil pero con la condición de que ninguno deserte. En realidad, si os fijáis, son sólo tres kilómetros duros, luego ya se hace llano...... Bueno, yo por si acaso me tome el medio gel que me quedaba y dos orejones.
(perfil sacado de la página del Grupo Ensidesa Cicloturismo)
En la base del Violeo hay una fuente donde paramos a beber. Cuando nos decidimos ponernos en marcha veo que Víctor sale el primero. Entre pitos y flautas un minuto más tarde salimos Jorge y yo. Empieza a tirar Jorge. Al poco me pregunta: "¿Víctor?". "Esta adelante" le digo. Pues nada Jorge pone un ritmo un tanto vivo a ver si nos está esperando para hacer juntos la subida. Al girar una curva vimos parte de la subida y ni rastro de Víctor. Comento: "Coño, esta subiendo a toda leche". Pues nada Jorge sigue tirando y yo sigo chupando rueda. En otra curva volvemos a ver parte del recorrido y ni rastro de Víctor. Jorge dice: "esta detrás" yo que no, "que está delante". Que carajo, seguimos subiendo a buen ritmo, yo siempre a rueda. En una de estas, más o menos a mitad de la subida, miramos para atrás y allí estaba Víctor. Yo no se como coño estaba convencido de que estaba delante, pero el caso es que el tío apareció detrás. Pues nada, si bajar el ritmo Jorge sigue tirando y yo sigo a rueda. Tenemos bastante hueco lo mismo no nos pilla..... Tonterías, cuando estábamos llegando al Violeo, donde esta la rampa más dura, Víctor nos alcanza y nos adelanta. Yo dejo la rueda de Jorge (perdón Jorge por haber chupado rueda toda la subida) y me pongo a rueda de Víctor. Cuando llegamos a la rampa del Violeo tengo las pulsaciones en 185, estoy de pie sobre la bici y todavía me queda el último arreón. Víctor también sube de pie, cuando se sienta, en una maniobra muy suya, no baja piñones sino que aumenta el ritmo de pedalada con lo que me da un arreón de la leche. Yo meto un piñón y acelero, meto otro y me siento en la bici cerrando la boca para que no se me salga el corazón. Ya estamos arriba. Menos mal porque ya no puedo con mis piernas.
Del Violeo a Ules, de Ules a Oviedo tranquilamente y de Oviedo a Lugones.... pues a toda leche. Asume el Traper la batuta de la orquesta, plato y a toda leche hasta Lugones. Tanto que ni paramos para despedirnos de Víctor que se queda a medio camino. Llegando a Lugones sprint entre Jorge y yo. Voy marcando el ritmo y se que le llevo en mi espalda. Acelero y pongo un ritmo ágil para endurecer el sprint, a la vez regulo que todavía falta un kilómetro para Lugones. La rotonda de los peñones la tomamos a toda leche, trato de jugar con los piñones para tomar ventaja en los giros, pero el tío no se despega de mi. Mantengo el ritmo, no quiero desfondarme, se que el al ir a rueda irá un poco más cómodo. Cuando veo el primer semáforo de Lugones a tiro meto un piñón y lanzo el sprint. Jorge, que me vigilaba los piñones también se lanza. Nos ponemos en paralelo durante unos metros y...... me acaba pasando irremediablemente.....
Los números siguen dejándonos muy mal. 53.56 kilómetros en 3:35:12 y una velocidad media de 13.93!!!! Estamos que nos salimos.....
MENOS MAL QUE HE SIDO BREVE!!!!!!
Poco más que contar. A cuidarse
Javier
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